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El valor de los semiconductores

Una industria estratégica

Los chips son el corazón de nuestro mundo actual. Demos un pequeño vistazo a nuestro alrededor: el refrigerador, el horno de microondas, la lavadora, la cafetera, los focos inteligentes, el despertador, el asistente inteligente (Alexa / Echo) el termómetro, la pantalla, el auto, el celular, la computadora, el Smart watch… ¡Están en todos lados!

Los chips se encuentran desde el más inofensivo de los dispositivos, hasta el más sofisticado equipo para explorar el espacio, en las computadoras detrás de la Inteligencia Artificial y por supuesto en equipamiento militar.

Su desarrollo y producción, requieren tecnología avanzada, conocimiento especializado y capacidades de fabricación sofisticadas. Los países o empresas que dominan estas tecnologías tienen una ventaja competitiva en la innovación y desarrollo de dispositivos/productos de alta tecnología.

Es por esto que actualmente esta industria tiene un altísimo valor estratégico, ya que de ella deriva cualquier innovación tecnológica. Es tal la importancia que tiene este rubro que afecta decisiones geopolíticas de gran escala.

Para ejemplificar este punto, hablemos brevemente sobre EUVL (Extreme Ultra Violet Lithography). Esta compleja tecnología permite crear los chips más avanzados del mundo y fue desarrollada por la empresa holandesa ASML Holding.

Actualmente existe un acuerdo entre Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea en que se prohíbe expresamente que ASML Holding le venda equipo con esta tecnología a China, Rusia, India, Irán y un listado de países con intereses económicos y políticos contrarios a este bloque.

También está prohibida la venta de este equipo a cualquier empresa relacionada a cualquier tipo de actor, operador, agente o activista de cualquier nacionalidad que esté vinculado de cualquier manera con la ideología y/o agenda de los países mencionados.

Como pueden ver, la palabra clave es cualquier y esto realmente significa que se le puede negar la venta de esta tecnología a CUALQUIER persona, por CUALQUIER razón, en CUALQUIER momento, si es que así lo determina CUALQUIERA de los países que firmaron el acuerdo.

¿Porque tanta restricción?
Bien, pues los chips son componentes esenciales en infraestructuras críticas como sistemas de comunicaciones, redes de energía, sistemas de defensa y servicios financieros. Esta infraestructura crítica generalmente hace uso de estos chips avanzados y que los enemigos no tengan acceso a esta tecnología ofrece una línea de defensa extra y una ventaja estratégica a los países que controlan esta tecnología.

Otro ejemplo de la criticidad de esta industria es “El escudo de silicón”. Se le conoce de esta forma a la relación (dependencia) comercial que tiene China con Taiwán. China es el mayor consumidor de semiconductores en el mundo, sin embargo produce menos del 20% de éstos. La mayor parte de estos componentes son producidos en Taiwán, que es uno de los países líderes en desarrollo y producción de chips del mundo.

Recientemente (2021 – 2023) China ha incrementado su presencia militar en las fronteras de esta isla, que oficialmente es parte de China pero se considera un país independiente. Inmediatamente E.E.U.U. y sus aliados reforzaron sus posiciones y apoyo militar a Taiwán.

Sin embargo, debido al elevado costo y tiempo que se requiere para construir una planta de producción de semiconductores, la probabilidad de una incursión militar por parte de China que ponga en riesgo esta infraestructura es muy baja. Esta ventaja estratégica es parte del “Escudo de Silicón”.

La empresa taiwanesa TSMC es el principal productor de chips del mundo, con clientes como Apple y Nvidia. Tras la disrupción en la cadena de suministro causada por la pandemia de 2020, E.E.U.U. le ofreció enormes incentivos fiscales para que construyera una planta de producción en el estado de Arizona. Esto con el propósito de descentralizar la producción de la empresa y de esta manera disminuir la dependencia geopolítica.

Alemania y Japón también ofrecieron incentivos fiscales para la construcción de plantas en sus territorios, TSMC aún está analizando sus propuestas.

Una de las condiciones que puso la empresa para montar una planta de producción en E.E.U.U. es que la línea de producción de los chips más avanzados, se quedaría en Taiwán, asegurando de esta manera mantener el “Escudo de Silicón”.

Si bien E.E.U.U. no producirá los chips más avanzados del mundo, podrá impulsar su economía a través de la exportación de chips y productos electrónicos de valor agregado y estará asegurando una ventaja estratégica de suma importancia en la carrera de la Inteligencia Artificial.

Otra de las grandes ventajas que obtendrá es reforzar su seguridad y soberanía tecnológica, ya que disminuirá su importación de chips, asegurando un suministro constante de chips para su uso militar, seguridad e infraestructuras críticas. En resumen, la industria de los semiconductores, que está controlada por un puñado de empresas, es la responsable de proveer el producto (chips) para todas las demás industrias que conforman parte de nuestra vida diaria.